Tú sabes bien lo que cuesta ganar el sustento diario, sacrificándote para mantener un trabajo y cuando llega la hora de cobrar… ¡el dinero se esfuma misteriosamente!. No desesperes, ya que te traigo contundentes oraciones para bendecir el dinero para que traiga la abundancia a tus desesperadas manos.
Te aseguro que nada será como antes después que hayas comenzado a elevar tus plegarias para que tus ganancias rindan.
Contenido
Cómo bendecir tu dinero para que rinda
La energía de ti misma/o es la clave trascendental en temas monetarios. Debes acudir a santos milagrosos y entregar tu fe encendida para que todas tus finanzas puedan reproducirse y mantenerse en pie.
Bendice tu dinero con oraciones nacidas del corazón. El sortilegio divino hará el resto.
¡Decídete a dar el primer paso para lograrlo!
1. Consagrando los frutos ganados
Aquí te dejo una plegaria para rezar con devoción ante las ganancias obtenidas. Debes utilizarla con credibilidad absoluta y con las fuerzas en alto y decir cada palabra sintiéndola profundamente. Pon sobre la mesa el dinero obtenido en tu trabajo y eleva esta sentida oración.
Oh, Señor Dios, que me ves desde tu Altura, concede a estas ganancias la clemencia de tu bendición para que se mantengan y no se despilfarren, para que no sea yo estafado/a en mi confianza, para que administre su caudal de la mejor manera y para que me siga dando frutos cuando la invierta.
Loado Señor, bendice estos billetes que salieron de mi esfuerzo y constancia, que gané decentemente y que serán alivio para mi mal pasar económico, oh, Señor, ¡que Todo lo puedes! Bendíceme, para que al conservar mi trabajo pueda seguir contando con otros dineros que me permitirán avanzar en mi futuro.
Bríndame la posibilidad de alentarme en el camino que recorro y que nunca tropiece con la piedra traicionera que me haga tropezar. Mis negocios son honestos y los quiero conservar. Este dinero que te ofrezco está aquí esperando tu sagrada bendición, en la oración más sentida e incondicional que te ofrezco oh, Señor, ¡bendíceme hoy! Así sea. Amén.
2. Súplica para multiplicar ganancias
Reza esta súplica con infinita fe y verás tus ganancias rendir sorprendentemente. La plegaria cuidará por ti su rumbo y te la devolverá con nuevos frutos.
Al Padre celestial encomiendo estos dineros para que su luz y poder inigualable, logren reproducir sus frutos. Oh, glorioso Dios, que alabas mis esfuerzos y proteges estos frutos, te ruego y te suplico, des curso a mis anhelos y los cuides para mí.
Bendice mis ganancias, que serán la provisión de mi familia que mantengo. Que el esfuerzo de mi cuerpo, reditúe en los billetes que hoy sostengo y los haga reproducir en inversiones bien habidas. Oh, Omnipotente, tus favores son mi calma, tu silencio es mi palabra que hoy te ofrezco en este ruego y alabanza, oh, Señor!
A ti, dirijo mi templanza con humildad y orgullo para pedirte me encamines siempre por el mejor rumbo. Oh, Señor y Padre celestial. Perdona mis pecados, contempla mis esfuerzos y no permitas un desierto laboral en mi persona. El trabajo y las ganancias van muy juntos y te pido me bendigas con tu fe inmaculada, ¡oh, Padre generoso de los Cielos!
Hazme salir de estas miserias del olvido, me consagro totalmente a tu clemencia y a tu auxilio omnipotente. No abandones a este siervo, oh, Señor! Mi dinero está en tus manos, con tu ayuda invaluable, rendirán los frutos de estos frutos que hoy te ofrezco porque siempre me bendigas y acompañes, oh, Alabado, mi Señor! Amén.
3. Plegaria para mis frutos obtenidos
Esta oración mantendrá tus ganancias fuera del peligro de malgastos y derroches. Con sobriedad y fervor las dirás día a día y el resultado será inmejorable.
Con tu misericordia, Padre, mis problemas económicos te ofrezco para que me bendigas con tanta Luz y Omnipotencia. Cerca de ti estaré siempre, por eso hoy te invoco en mi afán de obtener favores de tu gloria celestial.
Te pido me ayudes en pobreza y abstinencia de recursos materiales, y me vuelques en tu seno toda suerte de fortuna y prosperidad. Tú, que eres Espléndido, cual el astro sol que me ilumina, bendice estos frutos para que no pierdan su valor, ¡oh, Padre mío!.
Necesito que bendigas mi salario para que no caiga en carencias y miseria, haz de mi esfuerzo la inversión para mis hijos y familia y usaré tales recaudos para bien de mis finanzas. Pagaré todas mis deudas atrasadas y cubriré necesidades imperiosas de mi vida, oh, Señor, maravíllame desde tu Estrella, protege a este siervo y bendice mis recursos.
Oh, Padre, témplame con tu calor y Omnipotencia y que nadie me despoje de tu Luz maravillosa, auxilio con fervor te pido, para usar el dinero que te ofrezco. Bendíceme y protégeme por siempre, para que yo pueda ser caritativo con hermanos, que carecen de sustentos. Dar ayuda al que no tiene está en mi causa, oh, Señor! Ayúdame a ayudar al desvalido, multiplica y consagra mis esfuerzos a esta ofrenda que te doy, humildemente, oh, Señor de las Alturas! Jamás me niegas tu abundancia, y me enseñas tus caminos claramente, sin mentiras ni soborno.
Cuida estos billetes que en mis manos, son recursos para insumos y carencias reprimidas, Mi corazón abierto está a tu indulgencia, oh, Señor, la Providencia está en tu alma y yo espero las palabras adecuadas desde tu Misericordia y salvación, oh, Patrón de las Alturas! Así sea!
Las bendiciones más grandes te llegarán cuando tu voz se eleve con una oración que interprete tu real necesidad. No dudes en buscar tu plegaria ideal y en decirla con el más puro sentimiento.
El Poder de la oración existe, sólo tienes que usarla con la devoción necesaria, para poder expresarla, como si le estuvieras pidiendo un favor a tu mejor Amigo … Ese, ¡que nunca te va a fallar!